Manos a la obra con este cacharrín.
El kit traía varias piezas defectuosas, entre ellas la carrocería, pero con un correo a Renaissance todo arreglado, me enviaron las piezas que faltaban y las defectuosas. La verdad es que saben tratar a los clientes.
La maqueta no es que sea de gran calidad, se ve que los moldes están ya muy pulidos y uno de los fallos, que no voy a arreglar porque el volumen de trabajo que supone no me compensa, es la falta de simetría entre los faros delanteros y en la abertura del capot. Arreglarlo me supondría unos dos días de trabajo, y la verdad es que tampoco es que sea algo tan llamativo como para que compense el esfuerzo de repararlo. Lo intentaré disimular como pueda a la hora de poner calcas y listo. Lo que sí arreglaré, dentro de lo posible, es el panelado, que en algunas partes no está marcado a penas y en otras no es demasiado recto.
Así que manos a la obra, empiezo por lijar y enmasillar los defectos típicos de toda maqueta de resina. Aprovecho para ir abriendo los diferentes huecos de entradas de aire.
La entrada de aire superior se encuentra marcada pero viene cegada demasiado cerca del borde. Al ser tan fina me costaría mucho abrirla sin “marcar” los bordes, así que directamente me decido a fresarla por completo haciéndola más profunda y añadiendo después una chapita de latón para rehacer el hueco. Se enmasillan las juntas y listo.